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Club de lectura de Calatayud

Truman Capote

 

Truman Capote en 1947,  poco antes de escribir La ganga, uno de los relatos que comentaremos en la próxima reunión.

Ya a los 17 años, el escritor era un consumado periodista que se ganaba la vida redactando notas para la revista The New Yorker. Al cumplir los 21 abandona ese trabajo y publica el relato Miriam en la revista Mademoiselle, que fue reconocido con el Premio O. Henry. En 1948, cuando Capote tenía 23 años, aparece publicada su primera novela, titulada Otras voces, otros ámbitos, donde planteó, de forma abierta, el tema de la homosexualidad. El arpa de hierba, Se oyen las musas y Desayuno en Tiffany?s son otras de sus obras.

Pese a su larga trayectoria literaria, Capote recién disfrutó del reconocimiento mundial a partir de su novela A sangre fría, un trabajo incluido dentro del género de la non-fiction y que sirvió de referencia para lo que, años más tarde, sería conocido como el Nuevo Periodismo estadounidense, una corriente literaria que compartió con Norman Mailer y Tom Wolfe, entre otros. El libro, publicado luego de cinco años de investigación, relata los hechos reales del asesinato de la familia Clutter y, tal como sucedió en el caso de Desayuno en Tiffanys, tuvo su versión adaptada a la pantalla grande. Por otra parte, gracias a los trescientos mil ejemplares vendidos, A sangre fría consiguió permanecer durante 37 semanas en la lista de los más vendidos del New York Times.

En la década del 50, luego de dedicarse a escribir guiones cinematográficos, Truman Capote regresó a su actividad periodística realizando entrevistas para la revista Playboy.

A lo largo de su vida, el novelista no sólo consiguió éxito literario, sino que también consiguió reconocimiento y respeto social, logro que le permitió vincularse con la aristocracia neoyorquina de la época. Sin embargo, esos lazos con la alta sociedad se quebraron cuando Capote publicó algunos capítulos de la inconclusa novela Plegarias atendidas, en la que hizo públicas algunas experiencias íntimas de ciertos amigos famosos, pero disimulados en personajes de ficción.

La fama literaria no fue suficiente para el escritor y pronto, su depresión lo sumió en un proceso autodestructivo que lo alejó de sus amistades y lo acercó cada vez más a los psicofármacos y al alcohol. De esta forma, el 25 de agosto de 1984, una sobredosis le puso punto final a la vida del genial Truman Capote.

 

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